El futuro perfila a Internet como una extensión del cuerpo humano
El cuerpo humano controlará aspectos de su entorno, incluso, sin necesidad de que las personas tomen decisiones o que se den cuenta de que está ocurriendo realmente. |
Un nuevo concepto se maneja en el mundo tecnológico: “Internet de uno mismo o propio”. Esta idea contempla que la extensión del ser humano puede llegar al mundo de las redes cuando el Internet de las Cosas (IoT) se una al movimiento propio cuantificado.
En la Feria Internacional de Electrónica de Consumo, realizada este año en Las Vegas, se sugirió una fusión entre las tendencias del movimiento cuantificado de cada persona y el IoT, es decir, el uso de datos cuantificados de los seres humanos para controlar dispositivos conectados a Internet.
La idea del “Internet de uno mismo o propio” es que sensores biométricos cosechen datos de las funciones corporales como ritmo cardíaco, presión sanguínea, temperatura corporal, oxigenación de la sangre, ritmo respiratorio, patrones de sueño, entre otros; para que luego sean analizados por un software que pueda proporcionar información útil del usuario o usuaria.
En el Internet de las Cosas los objetos que no son computadoras tienen radios inalámbricos, direcciones IP y microprocesadores, así como también pueden comunicarse entre sí sin implicar la participación humana. Por su parte, el “Internet de uno mismo” es la combinación de ambos factores: los datos obtenidos del cuerpo enviarán comandos a los objetos diarios de la IoT.
Un ejemplo: una cámara de seguridad en casa capaz de subir una captura de pantalla de un rostro a la nube, allí se reconocería la imagen, y si se trata de alguien autorizado para ingresar, se enviará un comando a una puerta inteligente para quitar el seguro y permitir el acceso del propietario o del visitante.
De esta manera, el cuerpo controlaría aspectos de su entorno, y podría hacerlo, incluso, sin necesidad de que la persona tome decisiones o se dé cuenta de qué está ocurriendo realmente, ya que sus propios datos biométricos cuantificados son capturados usando sensores, luego son enviados a un dispositivo del IoT para iniciar la acción adecuada o programada.
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— Conatel Venezuela (@Conatel) febrero 8, 2015
Otro ejemplo, es el proyecto “Harken” del Instituto de Biomecánica de Valencia, España, en el cual sensores no intrusivos de corazón y respiración incorporados en el auto (cinturones de seguridad y asientos) monitorizan la frecuencia cardíaca del conductor. Los investigadores esperan presentar en el futuro un automóvil que se detenga automáticamente o se estacione cuando los sensores detecten que el conductor está cansado o somnoliento.
Por todo ello, el Internet de uno mismo será reconocido como una extensión del propio cuerpo y multiplicará de forma revolucionaria el concepto de Internet como se conoce hasta ahora. Actualmente se estima que la cantidad de dispositivos M2M o máquina a máquina conectados alcanza los 4.900 millones y se calcula que para el 2020 lleguen a 25 mil millones.
19 marzo, 2015