Producciones impulsan agricultura urbana

La cooperativa audiovisual Humana presenta 6 micros en los que muestra los logros de la agroecología en el marco de la independencia alimentaria y la conservación ambiental.

Una guerra económica muy prolongada y la evidencia ya irrefutable de que los pueblos son blanco del capitalismo mundial en su afán por el predominio, ha provocado una inusitada forma de resistencia. En Venezuela, la compleja actualidad socioeconómica de raíces diversas, que golpea a la población con una voracidad traducida en escasez y una inflación hinchada artificialmente, ha vuelto a encarrilar la conciencia. En tiempos de acaparamiento, especulación y \”bachaquerismo\”, la consigna reencontrada no deja lugar a dudas: hay que sembrar.

“El capitalismo es una enfermedad que ha contaminado al mundo. Lo que está pasando en Venezuela no es aislado. Estamos pasando por una crisis, una ruptura con la forma de vida que hemos profesado…Viene una transformación de nuestra conducta como consumidores, y con esto, de la visión de la pachamama”, nos dice Daniel Yegres, de la cooperativa audiovisual Humana, responsable del seriado de agroecología urbana, financiado con recursos del Fondo de Responsabilidad Social de CONATEL, con el que afirma pueden contribuir a la lucha por reforzar estos conceptos.

Agricultura urbana para la emancipación
La aglomeración de los seres humanos en los espacios improductivos de las ciudades es un proceso que nos ha convertido en vulnerables y dependientes. Pero ese estado, con la formación de conciencia, ha venido cambiando. “… nos desvinculamos de la naturaleza”, aunque experiencias han sacudido percepciones que parecían inmóviles como estatuas. “La agroecología es sembrar sin usar agrotóxicos, de manera natural…. Significa el regreso a una agricultura más pura y limpia. Es hacerlo en tu casa, en espacios dentro de la urbe… Hay experiencias bellísimas, como la del organopónico Bolívar I, frente a Parque Central, el Conuco 86, en El Valle… Los trabajadores de Vive TV tienen un vivero en el techo de la estación, que produce 4 toneladas de comida”, ejemplifica Yegres.

Lo audiovisual al servicio del pueblo
Junto al devenir que ha hecho mirar nuevamente en dirección a la tierra, se ha perfilado la necesidad de un arsenal comunicacional que motive y apoye un proceso de transformación descalificado a priori por los emporios mediáticos. Pero, ¿cómo atrapar el interés del usuario refractario o indiferente? Humana comparte su receta: “Al enemigo hay que combatirlo con una estética y una propuesta propias… Crear cosas que apelen a la conciencia, incorporando componentes técnicos y emotivos que lleguen al corazón y la mente, para provocar una reacción… Investigamos, con asesoramiento de ingenieros agrónomos de Ciara, lo cual nos ayudó a construir un discurso, técnico y simplificado, hasta infantil…”

“El proyecto de agroecología urbana comprende 6 piezas, ya realizadas. Tres micros de un minuto en forma de manual instructivo para sembrar en casa; dos más donde, emotivamente, se envía el mensaje de que los habitantes de la ciudad tenemos un pasado rural; y, finalmente, una pieza de animación” –resume Yegres. Ante el fatalismo irradiado por los laboratorios de guerra psicológica, afianzado sobre un tablero social donde el capitalismo transnacional mueve sus fichas para cobrarse nuestra voluntad de ser independientes, los realizadores de los micros se hacen eco de un clamor universal. Tradicionalmente al servicio de la alienación, lo audiovisual se convierte en arma del pueblo.

Momento de cambiar la historia
“Este es un momento para construir la esperanza y profundizar el socialismo; un enfoque donde el ser humano esté en el centro… Esto lo entiende Conatel, a la perfección”. En este sentido, “el acompañamiento ha sido maravilloso: nos ayudaron en el montaje, desde lo administrativo. Les gustó mucho la visión política del proyecto y nos dieron recomendaciones… Tuvimos dos etapas: la de creación del concepto y la de la producción. En la primera, diseñamos el formato y duración de las piezas. Luego, un seguimiento, porque existe el interés de que los PNI respondan en el menor tiempo posible, y eso para Humana es compartido… En el lapso de los 3 meses que nos planteamos, se cumplieron los objetivos”.

Humana nació en tiempos de revolución. Junto al sueño colectivo por lograr una transformación profunda que revierta el daño causado por las formas de dominación. De la reflexión sin pausa, se erige un credo liberado en hermosas piezas audiovisuales. Horizonte que guía al equipo hacia una estrategia para asumir el reto: “El cambio climático y la irrupción de los (alimentos) transgénicos son un problema mundial… Es el momento de luchar por lo que tenemos, para que no nos lo quiten… La revolución también (significa) un regreso al origen…”Para consolidarla necesitamos cambiar nuestra forma de consumo, reinterpretarnos para crear una visión del mundo distinta… Y vamos a hacerlo con calidad”.