La radiodifusión: un ejercicio de participación popular consolidado en Revolución

Con la llegada del Comandante Hugo Chávez, la radiodifusión comienza a operar bajo las premisas de pertenencia y sentido social, de la mano del poder popular organizado.

Este 6 de junio, cuando se celebra en Venezuela el Día de la Radiodifusión, comunicadores populares y radiodifusores disertan sobre el sentido social de este servicio que a pesar del surgimiento de nuevas tecnologías continúa siendo la principal herramienta de la población para acceder a la información.

La historia de la radiodifusión en nuestro país comenzó en el año 1926, cuando el gobierno de Juan Vicente Gómez autoriza a la emisora AYRE comenzar sus transmisiones. Desde entonces, se han vivido diferentes períodos marcados por la política de los gobiernos de turno que dependiendo de su inclinación, permitieron o no la expansión de este servicio comunicacional en la República.

No es sino hasta la llegada del Comandante Hugo Chávez que la radiodifusión comienza a operar bajo las premisas de pertenencia y sentido social, de la mano del poder popular organizado que desde sus comunidades diseñó y puso en marcha diferentes proyectos de comunicación alternativa para dar voz a los más necesitados.

Para Rommel Parra, fundador de las emisoras comunitarias Radio Chuspa y Cumbe TV, la radiodifusión le sirvió al pueblo como núcleo organizador. “Un medio de comunicación es una herramienta para el avance, para dar impulso al poder popular. Por eso pensamos que la radiodifusión se consolidó en Venezuela luego de la llegada del Comandante Chávez quien impulsó la interactividad y la participación de la gente en el proceso comunicacional”.

“Un medio de comunicación sin participación, en el que la gente no se sienta identificada, no avanza. Para que la radiodifusión sea social y participativa debe contar con la participación del pueblo. Ese es nuestro trabajo como medios comunitarios, garantizar que la gente construya su propia programación”, aseguró.

Por su parte Elvis Cedeño, de la Fundación Comunitaria Cagua-Kao, explicó que la llegada de la Revolución Bolivariana al poder significó un gran cambio porque ahora cualquier ciudadano puede participar en los medios de comunicación, sin importar que tenga o no un certificado de locución.

“Esto le abrió la perspectiva a la gente sencilla, porque ya no había que hablar con otros para que informarán algo, sino que los mismos ciudadanos se convirtieron en esos que daban la noticia y visibilizaban procesos propios del quehacer de una comunidad. Pensaban que las emisoras comunitarias -por su sentido local- serían un fracaso, pero ese mismo hecho fue lo que las hizo exitosas porque la población las considera suyas”, señaló.

Asimismo, destacó que aunque la radiodifusión siga evolucionando (ahora a través de Internet) siempre mantendrá ese nivel de cercanía con la gente.

Con esa evolución -afirmó Cedeño- las personas pasaron de ser simples oyentes a participantes. “Ahora son verdaderos usuarios que pueden formar parte de la programación, que pueden decir qué les gusta. Los medios más exitosos son esos que alcanzan una real sincronía con la gente”.

Participación que desmonta matrices

Cedeño consideró que gracias a la participación de la gente, que de verdad está en la calle, se pueden desmontar muchas de las matrices que se generan sobre todo en redes sociales. “Porque la guerra ahorita es de cuarta generación y se está librando en el campo de las ideas y de la comunicación”.

Sin embargo, comentó que la disyuntiva reposa en cómo hacer que los ciudadanos se defiendan de esa guerra.

Para Cedeño la respuesta es muy sencilla: hacer uso de la verdad. “Pues la verdad la tiene quien es testigo. Ya no soy un simple oyente de lo que alguien más me dice sino que me convierto en reportero. Muchos se aprovechan de eso para desinformar, pero a pesar de ello se logran desmontar las mentiras”.