Internet puede afectar el cerebro y la memoria
El empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación facilita el desarrollo de actividades diarias. Sin embargo, es recomendable establecer límites en su uso, especialmente en los niños y niñas
Llevar una vida sedentaria al frente de las pantallas de dispositivos móviles y computadores puede entorpecer el desarrollo de la musculatura, incentivar la falta de interés y dificultar el aprendizaje en una persona, especialmente si permanece mucho tiempo conectada a Internet, debido al fácil acceso a la información que originó la llamada red de redes. Precisamente, su uso excesivo puede tener efectos secundarios en el cerebro humano y en la memoria.
Al respecto el neurólogo y neurocientífico argentino Facundo Manes realizó un experimento con dos grupos de personas, quienes debían recordar cierto tipo de información en un momento determinado. La diferencia consistió en que sólo un equipo tenía acceso a la red para responder.
Los resultados -publicados en junio por el portal El Comercio- demostraron que quienes estaban conscientes de su posibilidad de acceder a Internet recordaban menos información. “Esto no tiene vinculación con las bases neurobiológicas de la memoria humana (…) El uso de Internet no afecta la memoria, porque la red funciona como un banco virtuoso de información para el cerebro humano y permite ahorrar espacio para otras cosas que la persona considera más improtantes”.
Al analizar el impacto de la hiperconectividad en la población, Manes reveló que existen dos grupos, el primero integrado por quienes tienen tendencias obsesivas, compulsivas o ansiosas, en los que se disparan más conductas pasivas ante el uso de las tecnologías. El segundo lo conforman personas que utilizan con moderación las redes, por considerarla “solamente herramientas facilitadoras de nuevos conocimientos”.
“La memoria personal no radica en el recuerdo de los hechos o en la información bruta, sino en la capacidad de establecer relaciones. Esta habilidad sigue siendo dominio del cerebro humano”, Facundo Manes, neurocientífico argentino.
Por otro lado, el catedrático de psicobiología del Instituto de Neurociencia de la Universidad Autónoma de Barcelona (España), Ignacio Morgado, aseguró que “el uso en exceso de la tecnología puede disminuir el tamaño del cerebro en el futuro, aunque no lo hará de manera global, ya que unas partes disminuirán más que otras e, incluso, puede que algunas zonas que hoy son más pequeñas se hagan más grandes”.
El especialista declaró a la agencia EFE -en abril pasado- que, pese a las variaciones que el cerebro del hombre tendrá a futuro, “esta evolución biológica depende, cada vez más, de él mismo y de su comportamiento ante el mundo tecnológico que los rodea; a diferencia de nuestros antecesores que dependían casi exclusivamente del ambiente”.
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— Conatel Venezuela (@Conatel) junio 16, 2015
El empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) facilita el desarrollo de las actividades diarias. Sin embargo, es recomendable establecer límites en su uso, especialmente en los niños y niñas en proceso de desarrollo, para prevenir daños irreparables en la salud física y mental.
2 julio, 2015