Evolución de impresoras 3D contribuye al desarrollo de la biotecnología

La tecnología de impresión 3D es capaz de crear diversos productos, desde zapatos hasta huesos, a partir de un modelo en tercera dimensión, por ello se perfila como una opción para el futuro de la ciencia.

La acelerada y notable evolución de la tecnología permite avances significativos en la calidad de vida del ser humano. El caso de las impresoras 3D es un ejemplo notable, ya que actualmente estos dispositivos sirven para generar objetos tridimensionales que, incluso, son utilizados por la ciencia y la medicina para mejorar la vida y salud de las personas, como la reciente creación de huesos, implantes y hasta tejidos vivos.

La empresa estadounidense BioBots, dedicada a la biotecnología, trabaja con este tipo de dispositivos para reproducir modelos de tejidos vivos y órganos humanos. De acuerdo con Danny Cabrera, co-fundador de esta compañía, “el dispositivo combina hardware, software y wetware (término que hace referencia a hardware y software aplicados a formas de vida biológicas) para trabajar con los biomateriales, técnica que se perfila como una esperanza para aplicaciones médicas”, según reseñó el portal tecnológico Computerhoy.

Actualmente, algunos laboratorios trabajan en la fabricación de tejidos vivos utilizando células humanas (mucho más complejos que los tejidos de los animales) y se estima que, en un futuro cercano, se realicen tratamientos para terapias personalizadas estudiando las propias células del paciente.

Aunque las impresoras 3D aún no se venden para consumo doméstico, ya se industrializaron y se emplean en campos como la medicina, la ciencia y la biofabricación. Además, reproducen zapatos, juguetes, implantes e incluso huesos, empleando un método sustractivo, ya que generan formas a partir de la eliminación de exceso de material y son guiadas por un formato de modelo 3D reconocible por la impresora. Esto permite usar la cantidad exacta de material que necesita el producto a elaborar.

Entre los materiales que se utilizan destacan metales, fotopolímeros, resina líquida y otros aptos sólo para uso industrial. Asimismo, científicos estudian los alcances de ese producto en la creación de sustitutos de huesos y proponen la elaboración de sus propios vasos sanguíneos.

El director del Departamento de Investigación de Ingeniería de Tejidos y Cirugía Plástica de la Clínica Universitaria de Friburgo, el alemán Günter Finkenzeller, manifestó su intención de “imprimir osteoblastos, es decir, células generadoras de tejido óseo”, reseñó el diario digital argentino Panorama.

“También planeamos imprimir células endoteliales, aquellas que recubren por dentro los vasos sanguíneos”, explicó Gunter, quien visualiza este proyecto a largo plazo y está convencido que podrá implementarse en la medicina moderna.

El software desarrollado para esta impresora Braille es un programa de código abierto http://t.co/Kghy1DDtVY

— Conatel Venezuela (@Conatel) February 20, 2015

Otro investigadores consideran que estas impresoras pueden crear órganos. “Podemos pensar en imprimir un páncreas, hígado o un órgano similar. Bastaría imprimir un órgano que funcione a nivel metabólico como un hígado, pero no hace falta que tenga su apariencia”, indicó el director del Centro de Ingeniería de Tejidos de Liverpool, el inglés Jhon Hunt.

En ese sentido, el científico explicó que las impresoras 3D se enfocan en reproducir las características funcionales del órgano y no su apariencia, motivo suficiente para que este invento genere expectativas en la rama científica y se presente como “el futuro de la tecnología”.

El uso de impresoras 3D se aplica, incluso, en beneficio de la preservación del medio ambiente, tal como lo demostró el africano Kodjo Afate Gnikou, inventor de la impresora 3D W.Afate, a partir de piezas de recicladas de antiguas computadoras; o desde el punto de vista del uso y aplicación del software libre, como la impresora Braille creada por estudiantes argentinos.