Eje euroasiático fortalece el desarrollo tecnológico en América Latina

La apertura de China y Rusia hacia la región latinoamericana la impulsó el Comandante Hugo Chávez, quien expuso los beneficios de la pluriporalidad en las relaciones internacionales.

Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y de Rusia, Vladimir Putin, firmaron este jueves 15 instrumentos de cooperación en materia económica, comercial, tecnológica, energética y técnico-militar, reforzando así la estrecha relación bilateral que une a las naciones de América Latina con el eje euroasiático durante los últimos años.

En el área de telecomunicaciones, uno de los acuerdos abre las puertas para generar alternativas en materia de software y será un soporte para las comunicaciones entre ambos países. Asimismo, se firmó un Memorándum de Entendimiento sobre Roaming, que permitirá a las operadoras móviles de estas naciones negociar en la materia y acordar la reducción de la tarifa que se cobra por este servicio.

Putin y Fernández también discutieron los avances de Argentina en el área satelital y el acortamiento de la brecha digital para ambos pueblos. Por su parte, el Ministerio de Planificación del país suramericano y la Agencia Espacial Rusa anunciaron, en una Declaración Conjunta, que realizarán actividades espaciales.

Asociación estratégica
La cooperación tecnológica entre Estados de América Latina y la unión Euroasiática no es una novedad. Sin embargo, tomó un mayor impulso en los últimos años, desde que en 2008 Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica decidieran unir esfuerzos para conformar un eje que terminara de consolidar sus economías emergentes y diera un vuelco al panorama mundial, dominado por Estados Unidos. Se trata del grupo BRICS.

Actualmente, China se posiciona como el segundo inversor de América Latina, gracias a su sostenido desarrollo económico que lo impulsó a buscar nuevos mercados para sus capitales. Esta iniciativa la imitó Rusia, que ha suscrito importantes acuerdos con países como Venezuela, Brasil y Argentina.

Esta apertura de Eurasia hacia la región la impulsó el Comandante Hugo Chávez, quien expuso los beneficios de la pluriporalidad en las relaciones internacionales. Su visión lo llevó a reunirse con mandatarios de países muy influyentes, con quienes estableció sólidas relaciones diplomáticas, económicas y comerciales.

La misma iniciativa tuvieron los exmandatarios de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, y de Argentina, Néstor Kirchner, quienes en su momento elevaron el intercambio con Rusia y China a niveles estratégicos, no sólo para sus países, sino para toda la región.

Venezuela, Rusia y China
En enero pasado, en un encuentro con el presidente Nicolás Maduro, Putin aseguró que Venezuela es uno de sus socios más importantes, razón por la cual abordaron proyectos a largo plazo. En total, ambos países trabajan en una serie de acuerdos de cooperación que tienen como premisa fundamental la transferencia tecnológica para fortalecer la industria petrolera nacional y la capacitación de los trabajadores y trabajadoras.

En tanto, la relación entre China y Venezuela también alcanzó en los últimos años su máximo potencial, pues el gigante asiático se convirtió en la principal fuente de transferencia tecnológica para Caracas. Dos fábricas de celulares y tabletas se cuentan entre los principales logros de esta cooperación, que también abarca la educación de ciudadanos venezolanos en materia espacial.

Venezuela inició en 1999 la conquista de la soberanía ultraterrestre http://t.co/683X6RyxVt http://t.co/a2wde3pMDW

— Conatel Venezuela (@Conatel) February 10, 2015

Además, fue gracias al apoyo de China que Venezuela logró construir y poner en órbita sus primeros dos satélites, el Simón Bolívar y el Francisco de Miranda, y que avanza en la construcción del tercero, el Antonio José de Sucre. Asimimo, Beijing prevé ayudar en el proceso de construcción de una fábrica de pequeños satélites, que estará ubicada en el estado Carabobo.

La cooperación del eje euroasiático con la región también alcanzó en 2014 a organismos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), la Unión de Naciones suramericanas (Unasur) y el Mercado Común del Sur (Mercosur). Esta integración asegurará la presencia de la región internacionalmente, sin la intervención de hegemonías que buscan usurpar la libertad, la independencia y la soberanía de los pueblos del mundo.