Argentina continúa labrando la Patria Grande en materia aeroespacial
El satélite ARSAT-1 consolidó el primer proyecto de tecnología argentino, luego de culminar con éxito el In Orbit Test, como se denominan a estas pruebas en órbita. |
A poco más de un mes de su lanzamiento, el primer satélite geoestacionario argentino de telecomunicaciones (ARSAT-1) finalizó con éxito su prueba en órbita, dirigido desde la Estación Terrena Benavídez, en la ciudad de Buenos Aires, con el apoyo de personal de la estatal INVAP. Las pruebas realizadas permitieron comprobar en vuelo que el satélite funciona correctamente.
La avanzada tecnología que posee el ARSAT-1 permitirá que todo el territorio argentino disfrute de una mejor señal de Televisión Digital Abierta (TDA), así como también mejoras en los servicios de Internet y telefonía celular. En esta primera prueba, se espera que los beneficios del satélite tengan cierto alcance en los países vecinos, especialmente en Uruguay, Paraguay y Chile, acortando distancias en materia de telecomunicaciones y consolidando la Patria Grande latinoamericana.
El pasado martes 18 de noviembre se realizaron pruebas en vuelo geoestacionario de los sensores, del módulo de servicios de comunicación y de la temperatura operativa del vehículo espacial, arrojando resultados positivos para el funcionamiento de todos los subsistemas: térmico, de potencia, de aviónica y de carga útil.
En relación con el tema de la plataforma, se probaron los equipos del módulo de servicios, los sensores (estelares, de Sol y giróscopo), los actuadores y los calentadores que permiten, cuando el satélite no recibe luz solar, mantener su temperatura operativa, de 20 a 40 grados centígrados.
Igualmente, se probó en vuelo la carga útil, en una primera fase, al testear los equipos nominales receptores de señal, amplificadores y transmisores. En etapas posteriores, se comprobaron los equipos redundantes de recepción de comunicaciones y los de amplificación de señal (tercera fase).
En la cuarta fase, se realizó el llamado mapeo de antena que, mediante leves movimientos en sentido este, oeste, norte y sur, modifica la “actitud” del satélite en relación a la Tierra.
El presidente de ARSAT, Matías Bianchi, señaló que “durante los siete años de desarrollo del proyecto”, la empresa “tomó una serie de importantes decisiones de gestión para obtener las mayores garantías de éxito en la misión ARSAT-1”, garantizando también un salto significativo en el desarrollo del sector espacial argentino.
De esta forma, la República Argentina se convierte en la octava nación que fabrica satélites geoestacionarios del tamaño del ARSAT-1, después de Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Israel, India y varios países de la Unión Europea que trabajan de forma conjunta.
24 noviembre, 2014